jueves, 21 de abril de 2011

¿La Mano Invisible?

En este fragmento de la genial “Two and a Half Men” (que probablemente pase a la historia por las borracheras de su protagonista en lugar de por su humor) podemos observar dos puntos fundamentales de análisis económico.

El primero es la idea de Adam Smith – padre fundador de la ciencia económica- plasmada en su obra cumbre, que reza que “No es de la benevolencia del carnicero, el cervecero o al panadero que recibimos nuestra cena, sino de su consideración hacia su propio interés[i]. Parafraseando, no es la benevolencia de Alan Harper la que nos da un masaje, sino las ganas que él tiene de comprarle un regalo decente a su novia. Del otro lado del mostrador, tampoco es nuestra benevolencia la que le ayudará a comprarlo, sino nuestras ganas de sacarnos -por un rato- todas las contracturas que nos ocasiona ¡tanto estudio!

Ahora bien, como consecuencia de esto, y de la competencia de su par oriental, las mujeres del shopping estaban más contentas y –seguramente- un poco más relajadas. Pero nada de esto fue algo conscientemente buscado por los quiroprácticos, sino que fue un derivado de su búsqueda individual. Es decir, la “mano invisible” en acción:

“… y dirigiendo su industria de modo que su producto fuera de un valor máximo, sólo intenta obtener su propia ganancia, y está en esto, como en muchos otros casos, guiado por una mano invisible que lo lleva a promover un fin que no formaba parte de sus intenciones (…) Al perseguir su propio interés, las más de las veces promoverá aquél de la sociedad de una manera más eficaz que si realmente planeara hacerlo”[ii]

El segundo punto que encontramos es algo propuesto por algunos de los economistas que más han seguido desarrollando el pensamiento de Smith. En este sentido, el Ph.D. Israel Kirzner siempre recuerda cuando su profesor Ludwig Von Mises lo sorprendió explicando que el mercado era, en realidad, un proceso.

La prueba más fehaciente de esto es el proceso que se aprecia en el video. Al principio, Alan prueba vender su servicio por un determinado tiempo a un determinado precio. Sin embargo (y más allá de ser un oferente monopólico) no tenía clientes. Entonces debió cambiar la relación precio-tiempo de masajes para hacerla más atractiva. Cuando empezó a tener algunos clientes, apareció un competidor con una propuesta distinta y una relación más favorable de precio-calidad. Lo que sigue es la batalla entre ambos para ganarse el favor del cliente.

Según Kirzner, el mercado está compuesto por agentes (nosotros) que tienen conocimiento imperfecto sobre precios, calidades y variedades de productos. Y es esto lo que permite que el empresario identifique y, luego, explote las oportunidades de beneficio que esto genera. De aquí que el mercado es un proceso de descubrimiento empresarial, un proceso de continuas equivocaciones y nuevas oportunidades de beneficio, en lugar de un estado de cosas invariable.

Este fragmento de “Two and a Half Men” nos muestra de una manera simple y, desde ya, sin intención, el proceso de descubrimiento mutuo que implica el nuevo negocio de Alan. El empresario descubre necesidades mediante su prueba y error, y los clientes descubren nuevos servicios. Finalmente, la mano visible que contribuye al interés de la sociedad no es más que Alan descubriendo cómo cuernos consigue un lindo regalo para Lindsay.

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