lunes, 19 de septiembre de 2011

La Noche de tu Vida (Casi)

Luego de tanto investigar, consultar con amigos de amigas y fisgonear su Facebook a ver a qué “eventos” asistiría, descubriste qué es lo que va a hacer este sábado la chica de tus sueños (que se sienta en la primera fila de la clase pero todavía no sabe quién sos porque no te animás a hablarle).

Pero hoy la historia cambia. Decidiste que esta es tu noche. Hoy te la encarás. Para algo ahorraste durante todo este tiempo y para algo te compraste el último desodorante Axe que todas las chicas adoran (bueno, eso dice el comercial).

Entonces bien. Hablaste con tus amigos, se juntaron a tomar algo y salieron para el boliche. Adentro, una fiesta relativamente tranquila, nada particular, excepto que ahí está ella.

Llegás a la puerta. Súper excitado, el corazón te late a mil y el patovica al mirar tu calzado te dice: “No pibe, sólo podés entrar con zapatos acá”.

“¡Pero no tengo zapatos!” le contestaste.

Como era de esperar, la argumentación no fue suficiente. Te tuviste que volver.

Sin embargo, en el camino de vuelta te pusiste a pensar que, de hecho, sí tenés un par de zapatos. Y que, de hecho, odiás ponértelos porque son los que tenés que usar todos los días para ir al colegio.

Sin embargo, hoy los zapatos incómodos y feos te habrían salvado la vida. Esa noche, el valor de tus zapatos se elevó al cielo.

¿Por qué pasa esto? En resumidas cuentas, podemos decir que los bienes no tienen un valor determinado valor en sí mismos, sino según el individuo que los usa y según los fines para los que éste los use.

Y aquí puede surgir una segunda pregunta ¿Qué determina el valor de ese bien para un individuo determinado?

La respuesta, como la podemos apreciar en la historia, podría ser la siguiente: El valor de una cantidad parcial de un bien tiene que ver con aquella necesidad que dejamos de satisfacer, si no contamos con este bien.

Si un día no vas con tus zapatos al colegio, no perdés nada. A lo sumo te lo observará algún preceptor. Sin embargo, cuando los zapatos son la puerta de entrada al amor de tu vida (y sin ellos sabés que estás condenado al anonimato absoluto para ella) ¡el valor de los zapatos se va a las nubes! (Ya que la necesidad que dejás insatisfecha te parece de una importancia enorme).

Entonces, para resumir las leyes económicas que actúan, decimos:

1. Los bienes por sí mismos no tienen un valor objetivo, sino subjetivo dado por el actor.

2. Ése valor depende de la importancia que asigne el actor a la necesidad que quiere satisfacer con ese bien y

3. ...de la necesidad que deja insatisfecha si no cuenta con una determinada cantidad de dicho bien (escasez).

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